‘El grito’ de Munch cobra vida en el nuevo videoclip de la cantante Lydia Martín

‘El grito’ de Munch cobra vida en el nuevo videoclip de la cantante Lydia Martín

‘Tragos amargos’ es el título del Capítulo 4 de su nuevo disco, una canción que dedica al miedo desde el prisma de la alta sensibilidad y la salud mental

El miedo es la emoción que protagoniza un nuevo capítulo de la andadura musical de la cantante Lydia Martín. A menos de un mes de que vea la luz su cuarto disco, ‘La Noria’, sorprende con la que define como su canción “más personal”, que aborda la alta sensibilidad y la salud mental con toques de pop, rock e indie.

‘Tragos amargos’ es el título del tema que ha reservado como último estreno antes del lanzamiento, el 6 de octubre, de su cuarto trabajo. En su videoclip, como en los anteriores capítulos que ha vinculado a las emociones humanas, pretende poner imagen a una historia. En esta ocasión, Lydia Martín se desdobla en dos caras de la misma personalidad: una altamente sensible que muestra nuestra parte más vulnerable del ser humano ante todo lo que acontece, y una fortalecida capaz de disociarse del plano sentimental.

“¿Cuántas veces nos gustaría ponernos un escudo y que nada nos doliera?, “Cuántas veces hemos sentido miedo a no poder controlar nuestras propias emociones”, invita la autora a reflexionar en esta dualidad de aceptar lo que somos y permitirnos sentir o rechazarlo para mostrarnos fuertes y llenarnos de escudos. “Una canción que nos lleva hasta la rendición para aceptar nuestra forma de vivir”, adelanta.

El videoclip tiene como epicentro la obra ‘El Grito’ de Edvard Munch. “Le llamaron loco por plasmar en su obra su guerra interna y su propia salud mental”, apunta Martín, defendiendo cómo el arte es capaz de traducir “los estados más dispares y aportar la libertad de camuflar la realidad con metáforas”. Unas metáforas que están guiando las canciones de su cuarto trabajo, reflejando experiencias humanas desde el ámbito emocional, desde las más cómodas a las más denostadas, con el fin de entender el proceso de duelo y entender las etapas de la vida como un ciclo.

“Decían que su obra solo podía haberla pintado un loco. Por eso ha sido inspiración, porque esta canción recoge gran parte de mi locura personal, pero que en realidad tenemos todos, que son los dilemas del día a día, la gestión a la que nos exponemos para que nuestras emociones no nos controlen y poder sentirnos bien”, añade.